miércoles, 29 de octubre de 2014

historia de la facultad de derecho de Córdoba


¿Seríais capaces de pasar una noche allí?
La anónima limpiadora sigue avanzando con el mocho a lo largo del pasillo de la última planta del viejo edificio de la facultad de Derecho, ajena a toda esta espantosa historia de calamidades escondida para siempre entre sus gruesos muros. Tiene otras cosas mejores en las que pensar. La primaveral noche cordobesa es cálida pero la despreocupada limpiadora percibe que la temperatura está bajando, lo que agradece con una ligera sonrisa. Deja aparcada la fregona junto al cubo y encamina sus pasos hacia zona de la Cátedra de Derecho Penal. Con sus ligeras zapatillas deportivas, camina casi sin hacer ruido por el pasillo con un paño y un bote limpiador en las manos. En sus brazos desnudos y en sus mejillas percibe que la temperatura ambiente sigue bajando hasta convertir ese agradable frescor en un frío inquietante. Achaca la súbita bajada de temperatura a algún tipo de corriente de aire que viene desde el claustro hasta el interior del viejo edificio. Piensa en su fina rebeca de punto olvidada en el maletero de su coche y no le da más importancia al asunto, llevando de nuevo su mente a ese lugar donde la imaginación de las personas que desempeñan un trabajo solitario y monótono, acude para evadirse de la rutinaria realidad diaria.


Una especie de susurro o lamento la devuelve a la realidad. No, no. No ha sido nada. Es esa dichosa corriente de aire que viene del claustro, piensa. El sonido ahora es más audible y se convierte con claridad en un llanto de pena desgarrador. La limpiadora mira al fondo, hacia la tenue claridad del largo pasillo pero no observa nada fuera de lo común. Es al volver la vista atrás cuando queda paralizada por el terror. A veinte pasos de ella, la luminosa figura descalza de una mujer de rostro ceniciento y largos cabellos negros, llora desconsoladamente. Va vestida con un antiguo camisón blanco sacado de otra época y una vela encendida en su mano derecha pero lo que realmente hiela la sangre de la limpiadora, más allá de las oscuras manchas sanguinolentas que salpican el largo camisón, son sus desgarradores sollozos desconsolados, lamentándose por la prematura muerte de su pequeño recién nacid
o.


 

 Son famosas las historias de sucesos paranormales en el viejo edificio de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de la Universidad de Córdoba. Leyendas e historias sobre fenómenos, fantasmas y espíritus como la que acabo de relatar que por cierto, aunque he novelado la historia, ocurrió en realidad, se han sucedido desde que en 1980 se inauguró su uso docente. Se dice que la facultad está habitada mínimo por un fantasma, aunque se cuenta que puede haber hasta tres entes vagando por sus pasillos: la desconsolada mujer del camisón, el espíritu de un viejo profesor que encontró la muerte impartiendo clase a causa de un repentino infarto y por último, un soldado. Hay testigos directos de la presencia del viejo profesor. Los testimonios coinciden en que es un hombre de baja estura, de cierta edad, con una poblada barba gris y un rostro distante y pensativo. Ha sido visto tanto en la cafetería como en los servicios. El soldado también ha manifestado su presencia en los alrededores de la iglesia del Carmen Descalzo, dentro del recinto de la facultad. Este es más agresivo que los otros dos. Rompe cristales mientras grita “te voy a matar” y otras lindezas, aunque el más activo de los tres es el profesor.
  
 
 Las apariciones de estos entes son la punta del iceberg de unos fenómenos paranormales que se han sucedido a lo largo de todos estos años. Muchos vigilantes de seguridad se niegan a prestar sus servicios nocturnos en este lugar. Dicen que en sus turnos han oído ruidos de pasos inexplicables y han sentido a su lado extrañas presencias. Algunos trabajadores del centro relatan que han visto cosas que nadie se puede imaginar como fotocopiadoras que se ponen súbitamente en funcionamiento estando desenchufadas, movimiento de muebles sin que medie la acción humana, anomalías eléctricas de todo tipo, descensos de temperatura, luces que se encienden y se apagan sin motivo aparente… una señora de la limpieza huyo de pánico cuando a eso a de las seis de la mañana subió unas sillas a una mesa, se giró un instante y tras volverse vio de nuevo todas las sillas en el suelo.

 
 La noticia de estos sucesos inexplicables llegó a oídos de José Luis Tajada y Gema Moreno, integrantes del programa radiofónico Al otro lado. Intrigados por los relatos que pudieron recabar, pidieron permiso al rectorado de la Universidad de Córdoba para, junto con otras personas, pasar allí una noche con el propósito de averiguar algo más sobre el fenómeno. La noche del 17 al 18 de julio de 1998, José Luis Tajada y Gema Moreno junto con su equipo pernoctan en el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos. Aquella noche ocurre de todo: ruidos extraños, luces que se encendían y apagaban solas, baterías y pilas de máquinas fotográficas e instrumental que se agotan en segundos, llamadas de teléfono a las centralitas de la facultad… De las 300 fotografías que hacen, más de 200 salen veladas y de todas las psicofonías que toman solo sobrevive una porque es guardada en el disco duro de un ordenador portátil, ya que las cintas magnetofónicas se borran inexplicablemente. Al principio los investigadores no entienden las palabras que oyen en ese registro psicofónico. Solo cuando reproducen la grabación al revés es cuando escuchan claramente en el registro una voz que dice "os voy a matar", pulse aquí para oirlo También Iker Jiménez ha tratado el tema en sus programas de radio y televisión.



Hoy día, el recinto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba es uno de los mayores exponentes de la fenomenología paranormal. La espectacularidad de los sucesos acaecidos entre sus antiguas paredes y el pasado tenebroso que lo envuelve, han logrado con mérito incluir este antiguo edificio en la lista de los inmuebles más inquietantes de España,  para sabermás pulse aqui